
por Avi Abrams 25/03/2025
Conocer judíos y visitar Israel destruyó la narrativa con la que los alimentaron desde su nacimiento.
No es ningún secreto que el mundo musulmán hierve de un fuerte y virulento odio hacia los judíos, teorías antisemitas de conspiración y tendencias políticas antisionistas.
El sentimiento anti-Israel se manifiesta en muchos niveles dentro de diversas sociedades musulmanas, desde el hogar hasta la mezquita, pasando por el sistema educativo y, por supuesto, los medios de comunicación. Muchos musulmanes crecen despreciando lo que perciben como una profunda injusticia respecto a las acciones de Israel en el conflicto israelí-palestino.
Sin embargo, en los últimos años, algunos individuos criados en entornos profundamente antisionistas han experimentado transformaciones sorprendentes. A través de encuentros personales, investigaciones académicas y una exposición directa a la vida en Israel y a las comunidades judías en todo el mundo, han cambiado radicalmente su perspectiva. Estas son las historias de cuatro jóvenes musulmanes que, a pesar de haber sido adoctrinados contra el sionismo y los judíos, se han convertido en apasionados defensores de Israel.
Kasim Hafeez – De radical islamista a defensor de Israel

Antecedentes e influencias tempranas
Kasim Hafeez nació en 1983 y creció en Nottingham, Inglaterra, en el seno de una familia musulmana de origen pakistaní. Su comunidad no era particularmente radical, sino que consistía en nuevos inmigrantes de Pakistán, personas trabajadoras y devotas del islam. No obstante, el antisemitismo sí estaba presente, incluso en su propio hogar.
Por ejemplo, Hafeez recuerda vívidamente cómo su padre elogiaba a Adolf Hitler. Según él, la movilización política entre los musulmanes aumentó tras la publicación de Los versos satánicos en 1988 y la guerra de Bosnia en los años 90. Influenciado por la propaganda radical durante su adolescencia, adoptó posturas anti-Israel y antisemitas, uniéndose más tarde a la Sociedad Islámica en la Universidad de Nottingham, donde imágenes descontextualizadas de acciones militares israelíes alimentaron aún más su odio.
Para él, Israel era un símbolo de opresión, una narrativa reforzada tanto por los medios de comunicación como por las enseñanzas de su comunidad. Este adoctrinamiento temprano le pintó una imagen de Israel completamente ajena a la realidad que vivían sus ciudadanos. Para principios de los años 2000, estaba ahorrando dinero para comprar un pasaje de avión a Pakistán con la intención de unirse a un campo de entrenamiento terrorista.
El punto de inflexión
Un día, Hafeez entró en una librería. Mientras exploraba distintos títulos, un libro en particular llamó su atención: The Case for Israel (la defensa de Israel), de Alan Dershowitz.
«¿La defensa de Israel?», pensó. «¿Qué defensa? ¿Es una broma?»
Tomó el libro, no por curiosidad intelectual, sino con la intención de refutar fácilmente lo que asumía que era pura «propaganda sionista». Sin embargo, al leerlo, se encontró con argumentos que nunca antes había escuchado y que contradecían completamente sus creencias. Como el libro citaba fuentes académicas y referencias directas, decidió verificarlas con la esperanza de desenmascarar lo que creía que serían puras mentiras.
Pero cuanto más investigaba y comprendía la verdad histórica, más caía en la desesperación y la depresión, atrapado en una crisis de fe. Durante dos años vivió en una agonía interna hasta que decidió que la única manera de confirmar su creencia de que Israel era un estado malvado y de apartheid era visitarlo personalmente.(1)
Israel de cerca
Con el propósito de desafiar las ideas pro-Israel que empezaban a infiltrarse en su mente, Hafeez emprendió un viaje a Israel que resultó ser una revelación. Lo que encontró fue un país que desmentía por completo las caricaturas propagandísticas con las que había crecido. En lugar de una tierra definida únicamente por el conflicto, vio una sociedad vibrante y diversa, con comunidades prósperas, grupos étnicos y religiosos viviendo juntos en armonía, tecnología innovadora y un fuerte compromiso con la democracia.
Conversando con locales—desde emprendedores hasta vendedores ambulantes, desde judíos hasta árabes, religiosos y laicos—descubrió un país multifacético que desafiaba todo lo que le habían enseñado desde niño. ¿Dónde estaba el mal? ¿Dónde estaba el racismo? ¿Dónde estaba el odio? No sabía qué pensar, porque lo único que encontraba era amabilidad por parte de judíos normales que convivían con sus vecinos árabes.

Al recorrer el país, descubrió su rica historia, desde sitios antiguos hasta innovaciones modernas, lo que le mostró un cuadro de resiliencia, creatividad y raíces profundas. Comprendió que los judíos eran originarios de esa tierra y que todo lo que habían querido a lo largo de la historia era regresar a su hogar, algo que, para él, trascendía la religión y la política. Al final de su viaje, se encontró tocando el Muro de los Lamentos con los ojos llenos de lágrimas y en su corazón un nuevo amor por el pueblo judío.
De islamista radical a activista pro-Israel
Tras su visita a Israel en el 2007, Kasim Hafeez comenzó a hablar públicamente sobre su transformación, lo que llevó a que fuera rechazado por gran parte de su familia y comunidad. Con el tiempo, su carrera como conferencista tomó impulso, llevando su testimonio a universidades y foros internacionales, donde compartía su viaje desde el extremismo hasta el firme apoyo a Israel.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre del 2023, Hafeez ha intensificado sus esfuerzos, participando en entrevistas y conferencias de alto perfil en las que enfatiza los valores democráticos de Israel y la importancia de basar las opiniones en experiencias directas y hechos verificables. Sus discursos continúan combatiendo los conceptos erróneos generalizados e inspiran una comprensión más matizada del conflicto.
Rawan Osman – De los prejuicios a la promoción de la normalización
Infancia y primeros años en Siria y El Líbano

Rawan Osman nació en Damasco, Siria, en 1983, pero creció en el valle de la Beqaa, en Líbano, un bastión de la organización terrorista Hezbolá. Aunque ella provenía de una familia musulmana mixta—su padre era sunita y su madre chiíta—, ambos compartían creencias fuertemente antijudías y antisionistas. Como muchos en su comunidad, fue criada con una visión del mundo en la que los judíos e israelíes eran vistos bajo un prisma de hostilidad y conflicto.
Tras la secundaria, se trasladó de nuevo a Siria y pasó un tiempo en Arabia Saudita y Catar. Con el estallido de la guerra civil siria en el 2011, Osman se mudó a Estrasburgo, Francia, donde por primera vez conoció judíos.(2)
Encuentros con judíos en Europa
Osman se estableció en el barrio judío de Estrasburgo, cerca de la Synagogue de la Paix, sin darse cuenta de que todavía vivían judíos allí. En Siria y El Líbano, los barrios judíos llevaban décadas abandonados, y ella asumió que todos los judíos vivían en Israel o en los Estados Unidos. Por primera vez, conoció judíos comunes en su vida diaria, en la universidad, en restaurantes, en bares, fuera de las narrativas hostiles de los medios de comunicación.
Estas interacciones personales fueron reveladoras y desafiaron los estereotipos antisemitas con los que había crecido. Motivada por su curiosidad y su deseo de comprender mejor al pueblo judío, Osman cursó una licenciatura en Estudios Judaicos en la Universidad de Heidelberg, en Alemania, que también incluía un curso de Hebreo Moderno. Además de sus estudios académicos, decidió por su cuenta sumergirse en la historia de Medio Oriente y la historia de Israel. En Europa, a diferencia del Líbano y Siria, la información no está censurada y, a medida que las piezas del rompecabezas histórico comenzaron a encajar, se dio cuenta de que había sido adoctrinada toda su vida. Todo lo que le habían enseñado sobre los judíos e Israel resultó ser una mentira.
Visita a Israel y cambio de perspectiva
Con el tiempo, Osman se convirtió en una activa defensora de la normalización entre árabes e israelíes, fundando el foro «Arabs Ask» para fomentar el diálogo y desafiar los prejuicios arraigados. A través de conferencias, charlas públicas y su participación en iniciativas como la Marcha de la Vida (un viaje anual organizado a los antiguos campos de concentración en Polonia), ella ha promovido constantemente una narrativa de coexistencia y entendimiento mutuo.

Desde el ataque a Israel del 7 de octubre del 2023, el activismo de Osman ha adquirido una urgencia aún mayor. Ella ha intensificado sus intervenciones públicas, utilizando su plataforma para destacar los valores democráticos de Israel y contrarrestar las narrativas extremistas en el mundo árabe. Su trabajo ahora enfatiza con más fuerza la necesidad de paz y cooperación, desafiando a quienes continúan demonizando a Israel y llamando a una reexaminación más amplia de los prejuicios arraigados.
La historia de Rawan Osman resalta el poderoso impacto que pueden tener la interacción personal y la autoeducación en la eliminación de prejuicios profundamente arraigados.
Sumaiiah Almheiri – Un cambio impulsado por la educación y la exposición

Antecedentes e influencias ideológicas tempranas
Sumaiiah Almheiri nació en Boulder, Colorado, en el seno de una familia musulmana emiratí que regresó a los Emiratos Árabes Unidos cuando ella tenía 8 años. Allí encontró un país con una gran diversidad de nacionalidades y culturas, que estaba impulsando la innovación tecnológica en el Medio Oriente. Al mismo tiempo, al crecer en una sociedad predominantemente árabe, las opiniones antiisraelíes eran generalizadas y se veían reforzadas por los medios de comunicación y el discurso político de la región. Para muchos en su comunidad, Israel era visto como un enemigo, una percepción que rara vez se cuestionaba con narrativas alternativas.
Ofra Haza: El punto de inflexión
En el 2014, Sumaiiah descubrió la música de la fallecida Ofra Haza, la famosa artista israelí de ascendencia judía yemenita, también conocida como «la Madonna de Oriente». Sumaiiah escuchó su música, en particular la canción Zermanoti, que explora temas de anhelo, reflexión espiritual y la conexión duradera con una patria perdida o distante. La canción está interpretada en hebreo con la cadencia y pronunciación distintiva del dialecto yemenita, lo que le da a su melodía un carácter único y evocador. Las melodías árabes familiares, combinadas con una hermosa pronunciación del hebreo mizrají, eran algo que ella nunca antes había escuchado y la llevaron a querer aprender más sobre la cultura israelí.(3)
Primera estudiante emiratí en una universidad israelí
Tras la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020, se abrieron repentinamente muchas facetas de intercambio económico y cultural entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, incluyendo el comercio, el turismo y la educación. En 2021, Sumaiiah Almheiri se convirtió en la primera ciudadana emiratí en estudiar en una universidad israelí.
Al inscribirse en un programa de enfermería en la Universidad de Haifa, Sumaiiah se sumergió en un entorno académico que promovía el rigor intelectual, el diálogo y la exploración de múltiples perspectivas. Allí se encontró con una versión del conflicto israelí-palestino que era matizada y multifacética. Interactuar con compañeros y profesores israelíes le permitió ir más allá de las narrativas hostiles y simplistas que había conocido.
Forjar amistades con judíos, musulmanes, cristianos y drusos locales trascendió las divisiones políticas y resaltó su humanidad compartida. La experiencia de Sumaiiah en la Universidad de Haifa fue transformadora, remodelando su visión del mundo y motivándola a abogar por la reconciliación y la cooperación.
Defensa del diálogo y la normalización
Inspirada por sus experiencias académicas, Sumaiiah se convirtió en una defensora del diálogo abierto entre árabes e israelíes. Comenzó a apoyar iniciativas que buscaban normalizar las relaciones, como los Acuerdos de Abraham y la Friendship League, que ella considera como pasos hacia la paz y la reconciliación en la región. Tras regresar a los Emiratos Árabes Unidos, se convirtió en gerente cultural y social de Sharaka, una ONG sin fines de lucro que busca extender los acuerdos de normalización de los Acuerdos de Abraham más allá de la cooperación gubernamental y empresarial (B2B), llevándolos al nivel social y entre personas (P2P), entre Israel y la región MENA en general. En abril de 2022, participó en la Marcha Internacional de la Vida, marcando un momento histórico al formar parte de la primera delegación oficial de los Emiratos Árabes Unidos en unirse al evento.
Mosab Hassan Yousef – “El hijo de Hamás”

Antecedentes y primeros años
Mosab Hassan Yousef también es conocido como “el hijo de Hamás”, porque su padre, Sheik Hassan Youssef, fue uno de los cofundadores de la organización terrorista Hamás. Nació en Ramala en 1978 y aún era un niño cuando estalló la primera intifada (a fines de la década de 1980). Inspirado por el levantamiento contra el dominio israelí en Cisjordania, Mosab, como muchos de sus amigos palestinos, soñaba con convertirse en un combatiente.
Su ideología estaba fundamentalmente en contra del sionismo y de la existencia del Estado de Israel. Pasó años entrando y saliendo de la cárcel israelí por arrojar piedras y otras actividades violentas dirigidas contra soldados israelíes y colonos judíos. Siendo el mayor de sus hermanos, su sociedad lo percibía como el heredero del legado de su padre.
Desilusión y deserción
Durante uno de los períodos de encarcelamiento de Mosab en la prisión de Meguido a mediados de los años 90, los prisioneros de Hamás iniciaron una campaña para eliminar a aquellos que sospechaban de ser colaboradores de Israel. A espaldas de los guardias, los prisioneros de Hamás capturaban a los presuntos colaboradores (otros prisioneros) y literalmente los torturaban hasta la muerte, insertando agujas bajo sus uñas y quemando sus cuerpos con plásticos encendidos.(4)
Durante este período, cientos de prisioneros fueron asesinados por sus propios compañeros de esta manera, la mayoría de ellos sin ninguna relación con la inteligencia israelí. Al escuchar sus gritos, su dolor y agonía, Mosab comenzó a cuestionar quién era su verdadero enemigo: ¿los matones de Hamás, que usaban la brutalidad contra su propia gente, o las autoridades israelíes que los arrestaban? La respuesta le quedó clara y, aún en prisión, fue reclutado por el Shin Bet como agente encubierto. Tras ser liberado, pasó la siguiente década como espía de Israel dentro de las más altas esferas de la dirigencia de Hamás.
Nuestro hombre en Ramala
Entre 1997 y 2007, Mosab llevó a cabo actividades de espionaje (principalmente en la zona de Ramala) que evitaron decenas de atentados planeados contra civiles israelíes, lo que potencialmente salvó cientos de vidas. Fue precisamente durante los años de la Segunda Intifada (2000-2005), cuando los atentados suicidas palestinos mataban y herían regularmente a decenas de civiles israelíes en restaurantes, clubes nocturnos, salones de bodas y autobuses públicos, que la labor de recopilación de inteligencia de Mosab fue más valiosa.
Debido a su estrecha relación con la alta cúpula de Hamás, Mosab Hassan Yousef era considerado la fuente de información más confiable para el Shin Bet y otros servicios de seguridad israelíes. Mientras que en la primera parte de su vida estuvo enfocado en quitar vidas, en esta etapa se dedicó exclusivamente a salvarlas. Algunos de sus mayores logros incluyeron los arrestos de altos líderes terroristas como Ibrahim Hamid y Marwan Barghouti, así como su papel en la prevención del asesinato de Shimon Peres.
De espía a portavoz
Durante sus años como espía, Mosab desarrolló relaciones personales con israelíes tanto dentro del aparato de seguridad como en la sociedad en general. Su trabajo en la lucha contra el terrorismo también lo llevó a desilusionarse del islam y, eventualmente, a convertirse al cristianismo. En 2007, emigró a los Estados Unidos y se estableció en San Diego, donde comenzó a escribir un libro sobre sus experiencias. En marzo del 2010, publicó “Hijo de Hamás: un apasionante relato de terror, traición, intriga política y dilemas inconcebibles”.
Debido a su confesión pública de haber trabajado anteriormente para Hamás, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos lo sometió a escrutinio y amenazó con deportarlo por brindar apoyo material a una organización que Estados Unidos considera terrorista. Sin embargo, como su excomandante en el Shin Bet, Gonen ben Itzjak, voló a los Estados Unidos para testificar en su favor durante su audiencia de inmigración, le concedieron asilo político.
Desde el 2010, Mosab ha participado en numerosas apariciones públicas, incluyendo giras de libros, entrevistas en los medios y conferencias políticas y de seguridad. Se convirtió en una figura pública reconocida y un orador frecuente entre los círculos pro-Israel y dentro de la comunidad cristiana evangélica de los Estados Unidos. Desde el ataque del 7 de octubre contra Israel, Mosab se ha convertido en un símbolo global del activismo pro-Israel, defendiendo la posición y narrativa de Israel en diversas cadenas de noticias y plataformas de redes sociales.
Conclusión
Las poderosas historias personales de estos cuatro individuos reflejan una tendencia creciente en la que las barreras sociales tradicionales en Medio Oriente y en todo el mundo están desmoronándose. Aunque Internet y las redes sociales pueden ser plataformas para difundir antisemitismo y desinformación sobre los judíos y sobre Israel, también pueden ser una fuente genuina de conocimiento para quienes investigan y buscan la verdad. Al conocer a personas judías, visitar Israel y experimentar la diversidad de la sociedad israelí, los prejuicios y las actitudes hostiles desaparecen de forma natural.
Después de los eventos del 7 de octubre y la ola de hostilidad antijudía que siguió, nunca hubo un mejor momento para derribar barreras, aprender nuevas perspectivas y vernos los unos a los otros como seres humanos. Estas historias sirven como recordatorios poderosos de que el cambio es posible, incluso en medio de conflictos prolongados, y que el diálogo y la comprensión pueden ser la base para un futuro más pacífico.
Fuente: https://aishlatino.com/cuatro-musulmanes-antisionistas-que-se-convirtieron-en-firmes-partidarios-de-israel/?src=wd
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