BEATRIZ DE RITTIGSTEIN
10/03/2022 05:03 am
Ante los trágicos acontecimientos en Ucrania, los organismos internacionales deberían estar obligados a actuar frente a las amenazas antes que éstas se concreten y con responsabilidad, intervenir cuando se promueve violencia y crímenes.
Entre las varias excusas que Putin esgrime para justificar la invasión rusa, está que Ucrania no tiene derecho a existir como Estado soberano, aun siendo miembro de la ONU, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y del Consejo de Europa; pese a que Rusia bajo Boris Yeltsin reconoció su independencia. Putin asegura que Ucrania es parte inseparable de Rusia.
Ahora, Ucrania integra junto a Israel, el exclusivo círculo en el que la existencia emancipada de ambos es desafiada por un maléfico líder de un país sojuzgado, donde no impera la democracia. Así, desde el surgimiento de la teocracia iraní, ésta amenaza la existencia de Israel. En múltiples oportunidades, el guía supremo iraní, Ali Khamenei ha dicho: “El régimen sionista es un crecimiento mortal, canceroso y un perjuicio para esta región. Sin duda será desarraigado y destruido”. Además, en sus cuentas en Twitter, numerosas veces manifestó que proyecta la destrucción del “régimen bárbaro de Israel”, usando calumnias propias de las campañas antisemitas creadas por Irán.
Con el mismo propósito destructor, la carta fundamental del movimiento terrorista palestino Hamas, clama sin ambages, su empeño de aniquilar a Israel y sobre sus ruinas construir un estado islámico; dice: “Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya”.
Al igual que Putin advirtió a los países que vayan a involucrarse con Ucrania que sufrirían las consecuencias, en su momento, cuando Ahmadinejad era presidente, previno a los países y líderes que reconocieran a Israel que “se quemarán en las llamas de la ira de sus pueblos”.
Se debe tomar en cuenta que estos liderazgos nefastos no sólo atacan a otros países fuera de sus fronteras, sino también y en primer lugar tiranizan a sus propios ciudadanos. En el presente y entre diversas medidas, en Rusia está prohibido manifestar e informar. En Irán se controla hasta la forma de vestir. Y Hamas, desde hace casi dos décadas, ejerce un férreo control en Gaza.
Ante los trágicos acontecimientos en Ucrania, los organismos internacionales deberían estar obligados a actuar frente a las amenazas antes que éstas se concreten y con responsabilidad, intervenir cuando se promueve violencia y crímenes. Recordemos que la primera fase del terror es verbal.
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Fuente: https://www.eluniversal.com/el-universal/120282/amenaza-existencial