por Ana Jerozolimski / Publicado el 27 de Abril de 2022 a las 08:26
«Esto lo hice por mí. Y por todos los míos que ya no están».
Con gran pena recibimos meses atrás a noticia sobre el fallecimiento de Ivetta Konforti, sobreviviente de la Shoá que de no ser por dos familias musulmanas, podría haber terminado sus días cuando eran no más que una niña. Pero el destino quiso otra cosa. Ivetta, afortunadamente, no sólo se salvó sino que llegó a Uruguay y en nuestro país formó una familia, alcanzando a ver su descendencia, dos hijos y varios nietos que la rodeaban con enorme cariño.
En su memoria, en ocasión de Iom HaShoá, el Día Recordatorio del Holocausto, reproducimos una entrevista que realizamos años atrás a su hija Dinah Spitalnik sobre el libro “El escape de los Balcanes. La saga de la familia Konforti-Cohen” que cuenta la historia, novelada, en la que su madre era una niña en aquellos años oscuros en la Europa conquistada por los nazis.
Esta es una historia de salvación, amistad y honor a la condición humana del prójimo, sin que importen las diferencias de credo . Es una historia en la que los protagonistas centrales, los más cercanos a Dinah, que nos la cuenta- su propia madre y sus abuelos- sobrevivieron y siguieron adelante.
En el proceso, pasaron hambre , penurias y miedo de morir.
También ellos, aunque pudieron luego celebrar la vida, tuvieron que combinarla con el recuerdo de sus seres queridos que nunca volvieron y fueron asesinados en Treblinka.
Sobre ésto y el por qué de la reconstrucción, es esta entrevista, un resumen de la original.
P: Dinah, tu libro es sobre la historia de la familia Konforti, tu familia materna, que puede haber sido una más de las numerosas protagonizadas por judíos de los Balcanes pero que evidentemente, para cada uno, en este caso para ti, es única. Es “la” historia que hizo posible que hoy estemos aquí conversando, porque permitió que tu mamá y tus abuelos se salven .La historia de tu familia, que por cierto fue de la mano del temor a la muerte y del riesgo permanente en aquellos años de la guerra, terminó siendo una historia de salvación. ¿Eso significa que en tu casa se habló siempre más de alivio y vida que de miedo y horror?
R: Se dice que en la familia de todos los sobrevivientes , un niño se elige inconscientemente para ser una » vela conmemorativa » ,para llevar a cabo el duelo y dedicar su vida a la memoria de la Shoa . Ese niño participa en el mundo emocional de los padres , asume la carga , y se convierte en el vínculo entre el pasado y el futuro . Eso no pasó en mi familia.
Las referencias a la guerra nunca eran sobre los hechos terribles vividos, sino más bien a las privaciones que enfrentaban por estar constantemente escondidos.
P: Otra forma de sufrir, aunque el final haya sido feliz…
R: Por supuesto. De hecho, la primera vez que supe con mayor cantidad de detalles qué les había pasado, fue cuando en los 90, acompañé a mi madre y abuela a declarar en la Embajada de Israel, para Yad Vashem, y dieron los detalles de cómo una de las familias musulmanas albanesas, los había ayudado a sobrevivir. Esa declaración fue en ese entonces la que otorgó el reconocimiento de Justos de las Naciones a la familia Rulli, y de esa manera, permitió a sus descendientes salir de Albania y radicarse en Austria, donde residen hasta hoy.
Su historia de cómo escondieron y ayudaron a una familia judía, está narrada en la novela Noble Silent, escrita por su nuera, hace un par de años.
P: Qué fuerte ese título..Y recordemos, que tú viajaste a los Balcanes y justamente te encontraste con los descendientes de los salvadores. Y estamos hablando de dos familias musulmanas.
R: Exacto. Hubo dos familias musulmanas que ayudaron a la mía. Aquí te cuento Ana, algo increíble. Durante nuestro viaje a Kosovo, el año pasado, íbamos en el auto a Pritzen, camino a Sarajevo, con Leke Rezniqi – descendiente de la otra familia musulmana que ayudó a mi familia al principio de la guerra en Decjan-Kosovo. Entre otras cosas, Leke-que es secretario de la Asociación de amigos Kosovo-Israel- nos cuenta que hay una Asociación de Amigos Albania-Israel y que de allí lo invitaron al lanzamiento en Tirana, la capital albana, de una novela. Y aquí vienen dos piezas increíbles en la historia. La primera, es que él mismo, al mirar unas fotos exhibidas en ese evento, reconoció a mi abuelo Salomon Konforti, cuya familia había ayudado a salvar.
Y lo segundo es lo que entendí mientras él hacía el relato: que la novela a cuya presentación lo habían invitado, era de la otra familia musulmana que había ayudado a mis abuelos, los mismos abuelos por cierto a los que su familia, la de Leke, había ayudado también. . Entonces lo interrumpo y le digo: «¡ entonces estás hablando de los Rulli»! Y queda sorprendido que yo los conociera.
R: Esa noche, era cuando la familia Rezniqi nos recibiría a cenar en su casa. Y Leke, se aparece todo feliz, con un libro en mano, diciendo que acababa de hablar con Azis Rulli en Viena, y que Azis le pidió que me entregara su ejemplar del libro. En ese momento , miro el libro y mi cara se trasnformó al ver en la tapa del mismo, la foto de mi abuela Duduna, con mamá de la mano, Shpresa Rulli y una prima caminando por Tirana. Te podés imaginar la cara de sorpresa de todos en la sala, cuando digo que esas eran mamá y la nonna.! Estas son las situaciones con las que nos fuimos deparando, entre otra tantas, en este increíble viaje a Macedonia.
P: Me hiciste erizar la piel…muy emotivo. Dinah, como dijimos al principio, esta historia es la de la salvación de tu mamá, que tenés contigo afortunadamente, hasta los 120, y sus padres, o sea tus abuelos maternos. Estamos hablando de la familia Konforti Cohen. Contemos un poco de ellos, en resumen.
R: Ellos eran comerciantes de Skopje (ex Yugoslavia), tenían una tienda en el barrio Judío, en la que comercializaban cereales, aceites, telas, tabaco y otros menesteres que compraban en sus viajes en la región y al fondo, tenían un pequeño cambio de monedas, de oro, etc.
P: ¿Cómo era la vida de esta familia hasta que llegó el nazismo?
R: Tenían un buen pasar. Eran buenos mercaderes. Mi tía abuela Ester, era modista, al estilo de París. Un contexto de la época, se puede apreciar en una película galardonada sobre el equipo de fútbol de Macedonia de esa época, que se llama The Third Half.
Ese buen pasar, también se dio porque eran personas con visión y buscaron expandir sus negocios hacia otros pueblos de la región, y ahí es como se relacionan con Arslan Mustafá , musulmán, su socio comercial en la región de Kosovo, bisabuelo de Leke Rezniqi, y con quien cuando perciben el riesgo inminente de quedarse en Skopje, acuerdan construir con fondos personales de mi familia, una casa en los fondos de su predio de Decjan, sobre los establos, para instalarse. Decidieron que primero irían las mujeres y niñas(mis tías abuelas y primas). Allí empezó el gran cambio en su situación, ya que pasaron a estar todos los Konforti y los Cohen en una misma casa, mientras que en Skopje cada uno vivía en la suya propia.
LA NECESIDAD DE PRESERVAR LA HISTORIA FAMILIAR
P: ¿Cómo viviste tú de niña todo esto, o ya de jovencita? Es que el salir a reconstruir las huellas de esa marcha, se me ocurre que no es algo que pasa de la noche a la mañana.
R: La realidad es que uno de joven está tan en otros temas, que no se toma el tiempo necesario para indagar y documentar. El tiempo pasó, mis abuelos nunca hablaron en detalle del tema, nunca nos llevaron a Skopje a pesar de ellos vivieron muchísimos años durante el invierno en Atenas y nosotros los visitábamos allí, y estábamos a muy corta distancia de allí. Nunca compartieron la parte amarga que significó esa etapa de su vida. Mi abuelo nunca habló de su madre – quién fue deportada y no regresó, como la mayoría de los judíos de Macedonia, deportados a Treblinka.
Pero después que nació mi nieta, que tiene la misma edad de mi sobrina más chica, me di cuenta de que hay en la familia niños que ya muy alejados de lo que ocurrió,y que son bisnietos de los sobrevivientes. Decidí que no podía dilatar más el hacerme cargo de preservar la memoria, de contar quiénes fuimos, de dónde venimos y quiénes somos. En ese entonces todavía vivía mi tía abuela Gracia Mizrahi de Conforti, quién entró a la familia cuando tenía 18 años. Me decidí, organizamos una reunión familiar, contratamos un camarógrafo y junto con mamá grabamos casi cuatro horas editadas de mucha, pero mucha historia de la familia, con una riqueza de detalles, que luego fueron muy útiles por cierto para el guión del libro «Escape de los Balcanes».
P: Y hace unos años, viajaste a Kosovo a reunirte con Leke Rezniqi, descendiente de una de las familias musulmanes que salvaron a tu mamá. ¿Qué significó para tu mamá este viaje que realizaste?
R: Mi mamá, lamentablemente no está del todo bien de salud, pero al volver y entregarle las piedras que traje de las ruinas de la casa de Decjan, destruida a fines de los 90 – durante la guerra en Kosovo, claramente se emocionó, como podrán apreciar en la foto.
P: ¿Era una vuelta al pasado pero también una «inversión» a futuro? O sea…tenés una hija, una nieta,sobrinas – una nueva generación que afortunadamente no conoció aquel horror pero que es bueno que conozca lo que sucedió. ¿Este viaje fue también para ellas?
R: Este viaje no fue solamente para ellas y por ellas. Es por mí. Es por todos los míos que ya no están, y a quienes recuerdo a diario, a través de las anécdotas, dichos en ladino y de la comida sefaradí típica de los Balcanes. En el libro, están incorporadas, una manera de que las nuevas generaciones, puedan enamorarse de los sabores de la tradición y principalmente mantenerlas.
Las pizcas y puñaditos están hoy pasadas a gramos y cucharadas. Siempre en las fiestas mi casa huele como la de la Nonna.
P: Mucho éxito Dinah..y gracias por compartir todo esto con nosotros. Me encantaría ir a tu casa cuando se sientan los aromas de la cocina de la Nonna..Por ahora, creo que los puedo imaginar.
R: Gracias a vos Ana.Ana Jerozolimski
(27 Abril 2022 , 08:26)
Fuente: https://www.semanariohebreojai.com/articulo/5654