Enlace Judío México e Israel – Una muestra más de solidaridad de Israel a Líbano se presentó este miércoles: el ayuntamiento de la ciudad de Tel Aviv se iluminó con los colores de la bandera del libanesa para mostrar respaldo al pueblo árabe vecino por la masiva explosión ocurrida el martes en Beirut.
Horas antes de que el edificio se vistiera con los colores libaneses, el alcalde de la ciudad, Ron Huldai, anunció en redes sociales su decisión como una muestra de respaldo al pueblo libanés.
“Esta noche iluminaremos el ayuntamiento con la bandera del Líbano. La humanidad llega antes de cualquier conflicto, y nuestro corazón está con los libaneses después del terrible desastre que les sucedió”, dijo Huldai.
El edificio municipal de Tel Aviv tradicionalmente se ilumina con los colores de algún país o temática en específica con el que el gobierno de la ciudad costera busca mostrar solidaridad o muestras de identificación.
Recientemente, durante el inicio de la pandemia de COVID-19, el edificio municipal tomó los colores de la bandera de China, y luego de países como España o Italia, mientras se enfrentaban a sus episodios más graves frente a la enfermedad.
Ayer, el propio presidente de Israel, Reuven Rivlin, manifestó sus condolencias y solidaridad al pueblo libanés, y el primer ministro Benjamín Netanyahu, hizo lo propio hoy desde la Knéset.
La decisión de iluminar el edificio municipal fue celebrada por algunos en Israel como un hecho sin precedentes y que muestra la disposición del país a mostrar el lado humano frente a cualquier tragedia, sin embargo, cierta oposición surgió entre algunos sectores otros sectores, en vista de las turbias relaciones que ambos países han tenido desde hace décadas, de acuerdo con The Times of Israel.
Una de las voces que mostró su absoluto rechazo a la propuesta de Tel Aviv fue Yair Netanyahu, el hijo mayor del primer ministro israelí, alegando argumentos legales penales.
“Esto es una locura. Líbano es oficialmente un Estado terrorista”, escribió en Twitter en respuesta a Huldai. “¡Ondear la bandera de un Estado enemigo es un delito de acuerdo a la ley!”.
La conocida legisladora y exministra Ayelet Shaked, del partido de derecha Yamina, también mostró su rechazo a la propuesta.
“En un país apropiado, el color naranja se pintaría esta noche en el ayuntamiento de Tel Aviv como un recordatorio de la retirada [en agosto de 2005] de Gush Katif [los asentamientos israelíes en la Franja de Gaza]. En cambio, tenemos la bandera de un Estado enemigo”, dijo la política, en referencia al color usado en ese entonces por los opositores a la controversial medida aplicada por el fallecido primer ministro Ariel Sharon.
La conocida activista de derecha Sheffi Paz también manifestó su rechazo a la decisión del gobierno de Tel Aviv. “La bandera de un Estado enemigo en el corazón de Tel Aviv”, escribió en su cuenta de Twitter.
La oposición desde la derecha no solo se quedó en esta acción simbólica en Tel Aviv, sino incluso a ofrecer cualquier tipo de ayuda a Líbano luego de a tragedia, que dejó al menos 100 muertos y más de 4,000 heridos, la cual ha prometido el gobierno de Netanyahu al país árabe.
Bezalel Smotrich, del partido de derecha Habait Hayehudi, escribió en Twitter que Israel solo debería ofrecer ayuda al Líbano si está en el interés estratégico de Israel. “Moralmente, no tenemos la obligación o la necesidad de extender una mano amiga a un rotundo Estado enemigo”, escribió.
Israel ha librado una serie de guerras con el Líbano y los países son oficialmente Estados enemigos. De 1982 a 2000, Israel ocupó una franja del sur del Líbano para expulsar a los grupos palestinos terroristas que se asentaron en la región, y en 2006 libró una guerra contra Hezbolá, grupo terrorista anclado en la política nacional libanesa.
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