La institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto y llevar registros de los criminales de guerra nazis y sus actividades, expresó su opinión tras la condena al ex guardia de seguridad del campo de Sachsenhausen, Josef Schütze.
Este martes 28 de junio, un tribunal alemán dispuso una condena de cinco años de prisión a Josef Schütze, un ex guardia de seguridad de prisión en el campo de concentración de Sachsenhausen en Oranienburg, al norte de Berlín, entre 1942 y 1945. El hombre, que es la persona de mayor edad en ser juzgada por complicidad en crímenes de guerra durante el Holocausto tiene 101 años, por lo que es poco probable que cumpla su condena.
A pesar de lo antes mencionado, el Centro Simon Wiesenthal, institución dedicada a documentar las víctimas del holocausto y llevar registros de los criminales de guerra nazis y sus actividades expresó, mediante un comunicado que “acogió con satisfacción la condena y pena máxima de prisión dictada por un Tribunal alemán en el caso del ex guardia de Sachsenhausen Josef Schütze, quien sirvió en el contingente de las SS en el conocido campo de concentración durante más de tres años”. Además, agregó que, si bien “Schütze negó haber servido en Sachsenhausen”, la Fiscalía a cargo del caso “pudo probar su prolongado su servicio como guardia de las SS”.
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Por otro lado, la institución conocida como «cazanazis», explicó que, desde sus oficinas en Jerusalén, colaboró con la Fiscalía, al facilitar los testimonios de sobrevivientes del Holocausto de dicho campo, además de “familiares de primer grado de las víctimas, que pueden unirse a la acusación de acuerdo a la ley alemana”.
El comunicado también expresa que “el principal cazador de nazis del Centro, el historiador del Holocausto Dr. Efraim Zuroff, elogió el veredicto por demostrar un rechazo inequívoco a los intentos de Schütze de negar su servicio en las SS como guardia en Sachsenhausen”. También encomió los continuos esfuerzos de los abogados alemanes, como Thomas Walther, quien representó a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas, varios de los cuales fueron localizados por el Centro Simon Wiesenthal”.
El juicio
Schütze defendió su inocencia durante todo el proceso penal, alegando que no hizo “absolutamente nada” y que no estaba enterado de los crímenes que fueron cometidos en el campo de Sachsenhausen. De hecho, durante la jornada del lunes, cuando su juicio terminó expresó: «No sé por qué estoy aquí«.
A pesar de eso, los fiscales advirtieron al Tribunal Regional de Neuruppin que el acusado, había ayudado e instigado la ejecución por fusilamiento de prisioneros de guerra soviéticos en 1942, así como el asesinato de 3.518 prisioneros en el campo antes mencionado, ‘usando el gas venenoso Zyklon B’. Según la fiscalía, el ex guardia, que en ese momento tenía 21 años, participó de estos hechos «a sabiendas y voluntariamente«, por lo que se pidió una condena de cinco años de prisión.
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Cabe mencionar que, según el Museo y Memorial de Sachsenhausen, antes de que las tropas soviéticas intervinieran, en aquel campo de concentración, los prisioneros fallecían como consecuencia de trabajos forzados, experimentos médicos, hambre, enfermedades o simplemente porque eran asesinados.
Por otro lado, durante el juicio Schütze realizó varias declaraciones que eran inconsistentes con su pasado que intentó excusar al decir que su cabeza se estaba “confundiendo”. El acusado llegó a declarar que trabajó como jornalero agrícola en Alemania durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial, afirmación que se contradice con muchos documentos históricos que indican su nombre, fecha y lugar de nacimiento.
Schütze permaneció en libertad durante el juicio, que comenzó en 2021 pero se retrasó en varias oportunidades por su estado de salud. Además, antes de que se dictara el veredicto su abogado, Stefan Waterkamp, le confió a la agencia AFP que, en caso de ser declarado culpable, Schütze apelaría.
El ex guardia de seguridad llegó a juicio en el año 2018, luego de evadir a la justicia durante décadas. Este cambio se dio luego de que los investigadores de la Oficina Central para la Investigación de Crímenes Nazis en Ludwigsburg encontrara su nombre y apellido en los antiguos registros del Archivo Militar Estatal en Moscú. Estos «archivos de botín» habían sido llevados por soldados rusos a Moscú hacia el final de la guerra.
Por último, Schütze se someterá a un control médico, a partir del que se determinará si está en condiciones de cumplir su condena en prisión. De igual manera no se puede determinar una fecha para esta resolución, debido a que el ex guardia de seguridad apeló la condena, y la Corte Suprema podría tardar hasta un año en analizarla.
Fuente: https://www.perfil.com/noticias/actualidad/el-centro-simon-wiesenthal-expreso-su-satisfaccion-por-la-codena-a-un-ex-guardia-nazi-de-101-anos.phtml