El genocidio olvidado del pueblo gitano en Europa

Día Europeo de Conmemoración del Holocausto Gitano: El 2 de agosto de 1944, 4300 personas fueron asesinadas en Auschwitz-Birkenau. El horror de la persecución en toda Europa se refleja en las voces de las víctimas.

«Querida Banetla, debo informarte que mis dos hijos menores han muerto». Su carta, dirigida a su hermana, sale de contrabando del llamado «campo de gitanos» de Auschwitz-Birkenau en 1943. Margarete Bamberger se encuentra allí con su marido Willi y sus hijos. Los padres sobreviven, todos sus hijos mueren.

En 1943, la madre pide paquetes de aceite de hígado de bacalao, jarabe para la tos, vitamina C, jabón en polvo y un remedio para la sarna: «Y si es poca cosa, aquí nos ayuda mucho». En el idioma de los gitanos, el romaní, codifica lo terrible de su situación: «Saludos especiales de Baro Naßlepin, Elenta y Marepin», lo que significa «gran enfermedad, miseria y matanza».

Su carta puede leerse en original y escucharse en alemán, inglés y romaní y es uno de los 60 testimonios del portal «Voces de las víctimas». Investigadores europeos, coordinados por la historiadora Karola Fings, han recogido cartas y testimonios de la minoría perseguida de 20 países.

Lo especial de esta colección: no son los perpetradores los que tienen la palabra, sino los propios gitanos, subraya Fings, del Centro de Investigación sobre el Antiziganismo de la Universidad de Heidelberg, en entrevista con DW. Los textos fueron escritos durante la persecución o poco después, cuando los afectados testificaron sobre los crímenes contra la minoría e intentaron llevar a los autores ante la justicia.

El campo de concentración Auschwitz-Birkenau.
El campo de concentración Auschwitz-Birkenau.

Auschwitz-Birkenau 1944: asesinato de mujeres, niños y ancianos

Al igual que los hijos de Margarete Bamberger, la gran mayoría de los presos mueren de hambre, enfermedad y violencia. La noche del 2 al 3 de agosto de 1944 se convierte en el «horrible punto culminante» de la persecución racista de los gitanos, dice Fings.

Las SS desmantelan el campamento: llevan a la muerte a 4.300 personas que gritan y lloran, un día de horror del genocidio del pueblo gitano, el porraimos, en el idioma romaní. El Parlamento Europeo ha designado el 2 de agosto como Día Europeo de Conmemoración del Holocausto Gitano.

La hija de Zilli Schmidt también fue gaseada la noche de la matanza en 1944: Gretel, de cuatro años, con sus abuelos, su tía y sus seis hijos. Al igual que otros presos del campo de concentración que estaban en condiciones de trabajar, a la madre de Gretel se la llevaron poco antes. Cuando intenta huir del tren para volver con su familia, el médico de las SS Josef Mengele la obliga a volver al vagón con una bofetada: «Me ha salvado la vida, pero no me ha hecho ningún favor al hacerlo».

Lo más valioso que le quedó a Zilli Schmidt: una foto de su hija Gretel, asesinada en Auschwitz el 2.8.1944.
«Lo más valioso» que le quedó a Zilli Schmidt: una foto de su hija Gretel, asesinada en Auschwitz el 2.8.1944.

Del hogar infantil católico a Auschwitz

A Franziska Kurz le quitaron a sus hijos Otto, Sonja, Albert y Thomas, y los llevaron a un hogar infantil. Desde allí fueron deportados.

En 1946, la madre escribió a la directora del hogar infantil católico St. Josefspflege. Le contó que en su momento la policía le había dicho verbalmente «que mis cuatro hijos estaban en Auschwitz». A su pregunta de «¿qué más quieren de mis pobres hijos?» recibió una respuesta breve: «Exterminarlos».

Otto, Sonja, Thomas y Albert fueron asesinados en Auschwitz. De los 39 niños gitanos de St. Josefspflege, solo sobreviven cuatro. La Iglesia Católica no los protegió.

Genocidio en Europa: mucho más allá de Auschwitz

Allí donde los nacionalsocialistas avanzaban en Europa, los gitanos eran perseguidos y luchaban por su sobrevivencia. Muchos fueron asesinados, en campamentos o en ejecuciones. «Esto variaba en función de la política de ocupación y de los aliados», dice Karola Fings.

En la Polonia ocupada por los alemanes, además de los campos de exterminio, se conocen unos 180 lugares de masacres. También en la Unión Soviética y en Yugoslavia, «la mayoría de las víctimas no fueron asesinadas en campos de concentración, sino fusiladas en el acto».

Epitafio en romaní en Auschwitz-Birkenau: “En memoria de los hombres, mujeres y niños que fueron víctimas del genocidio nazi. Aquí yacen sus cenizas. Que sus almas descansen en paz.
Epitafio en romaní en Auschwitz-Birkenau: “En memoria de los hombres, mujeres y niños que fueron víctimas del genocidio nazi. Aquí yacen sus cenizas. Que sus almas descansen en paz.

Los gitanos de Europa del Este fueron excluidos de compensaciones

En Alemania, el genocidio fue negado durante décadas. Los perpetradores en la policía continuaron el registro racista con los archivos nazis. Impidieron que se reconociera la persecución, lo que supuso un trauma adicional para los supervivientes, que también pesó sobre las segundas y terceras generaciones, afirma Karola Fings.

La historiadora fue miembro de la Comisión Independiente sobre Antiziganismo. Además del reconocimiento claro del genocidio y el esclarecimiento por parte de una comisión de la verdad, dice, también debe haber una compensación financiera, no solo en Alemania: «Esto concierne a los que viven en otros países, especialmente en Europa del Este, que fueron completamente excluidos de la compensación después de 1945».

(gg/er)

Un niño se refleja en un espejo.
«ADIÓS, QUERIDOS MÍOS»: ÚLTIMAS CARTAS DE VÍCTIMAS DEL HOLOCAUSTO
Un niño como cualquier otro
¡Qué foto! A través de la reflexión múltiple, Salman Levinson parece estar mirándonos desde diferentes ángulos. Fue tomada en 1937. El pequeño Salman, llamado Sima, todavía es un niño como cualquier otro. Vive con su madre, Frieda, y su padre, Selig, en Riga. En 1936, su tía emigró a «Eretz Israel», el territorio palestino bajo mandato británico. Él le escribe cartas regularmente.
Un dibujo de niño muestra una casa.
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Una casa en Riga
Poco después de su noveno cumpleaños, Salman agradece a su tía Agnes el regalo que le envió con un dibujo. «Bait» -«casa» en hebreo- se lee en el dibujo. Poco después, la Wehrmacht alemana ocupa Riga. Agnes no vuelve a saber de su sobrino. Apenas después de la guerra se entera: Salman y sus padres fueron deportados al gueto de Riga y asesinados.
Los hijos de la familia Keller-Moses en la decada de 1920.
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Contar las historias de las víctimas
En una exhibición online, el Museo del Holocausto Yad Vashem, en Israel, muestra las últimas cartas de las víctimas del Holocausto, sus últimas palabras antes de que fueran asesinadas por los nacionalsocialistas. Además: fotos de los que escribieron las cartas y de sus familias. En la imagen se ve a los hijos de la familia Keller-Moses en los años veinte. Ellos vivieron en Aquisgrán.
Pasaporte de Sigfried Keller.
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Una jota marcaba a los judíos
En 1938, los nazis sellaron con una «J» el pasaporte de Sigfried Keller, para muchos una sentencia de muerte. Sigfried fue el único de su familia que sobrevivió. En 2013, entregó la carta de su madre Berta a Yad Vashem. En 1942, ella había escrito desde Theresienstadt: «Adiós queridos hijos y oren por nosotros para que Dios sostenga su mano protectora sobre nosotros y también sobre ustedes.»
Foto de una familia judía de la Primera Guerra Mundial.

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Diez cartas cuidadosamente seleccionadas
De entre miles de cartas guardadas en el archivo, Yad Vashem seleccionó diez para la exposición. La mayoría de los que las escribieron no sabían que sería su última carta antes de su muerte. Especialmente los judíos alemanes que, como Sigfried Bodenheimer (arriba en uniforme de ejército), lucharon en la Primera Guerra Mundial, no podían imaginarse que los nazis los iban a matar.
Foto familiar de la Segunda Guerra Mundial.
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Última carta antes de la deportación
Muchos intentaron ocultar su situación real. Anne Meininger escribió a sus hijos: «Desde el miércoles estamos en el campamento y estamos muy bien. No tienen que preocuparse. […] Si solo pudiéramos seguir en contacto […] Los besa con todo el cariño su madre que los quiere mucho».
Certificado con una foto de Rachel Tytelman.
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Éxodo hacia la Tierra Sagrada
Desde el gueto de Varsovia, Perla Tytelman le escribió a su esposo, Josef, y su hija, Rachel: «Concentro todas mis fuerzas para sobrevivir para ustedes… Nuestro anhelo mutuo no tiene límites». Perla fue asesinada. Rachel y Josef, sin embargo, sobrevivieron y emigraron en el barco «Éxodo» a Israel en 1947.
Dibujo que muestra a un niño disfrazado de payaso mirando un tren que pasa.
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El tren a Auschwitz
El dibujo «Transporte No. 2», de Paul Kor, muestra el tren que llevó a su padre a Auschwitz, hacia la muerte. Con motivo del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, la exposición online «Adiós, mis queridos. Últimas cartas del Holocausto 1941-1942» recuerda el destino de algunos de los seis millones de judíos asesinados en Europa.
Autor: Sarah Judith Hofmann

Fuente: https://www.dw.com/es/el-genocidio-olvidado-del-pueblo-gitano-en-europa/a-58709630