Opinión. Los datos confirman la gravedad de las actitudes antisemitas, pero también señalan el camino hacia un futuro esperanzador si los líderes prestan atención.
Kenneth Jacobson*|Published: 23.06.23, 11:21En un mundo en que el antisemitismo aumenta por doquier, uno busca cualquier señal positiva en relación con el estado del odio a los judíos. La última encuesta Global 100: An Index of Antisemitism™ de la ADL, realizada en 10 países europeos, no ofrece muchas buenas noticias. Uno de cada cuatro residentes de los países encuestados albergaba actitudes antisemitas. Uno de cada tres cree que los judíos son más leales a Israel que a sus países de origen.Sin embargo, un atisbo de algo potencialmente positivo es el hecho de que en todos los países encuestados se produjo un descenso de las actitudes antisemitas, o al menos ningún aumento, difícilmente algo por lo que alegrarse a la luz de las elevadas cifras, pero tal vez un potencial rayo de luz para el futuro.
Para muchos, teniendo en cuenta lo que están viviendo los judíos europeos, estos resultados pueden parecer incongruentes. Las tendencias generales sobre el terreno parecen ir en la dirección equivocada en lo que se refiere a incidentes antisemitas, pues la inseguridad ha aumentado para los judíos, la actividad antiisraelí ha crecido, el antisemitismo está en la mente de la gente como no lo había estado en mucho tiempo. Entonces, ¿cómo es posible que las actitudes hacia los judíos no hayan empeorado y, en algunos casos, incluso mejorado?Lo que parece una contradicción entre estos resultados y la realidad percibida sobre el terreno no necesariamente lo es. La relación entre actitudes y comportamiento no es lineal y depende de una serie de factores. Aunque las cifras no hayan empeorado, las condiciones que llevan a actuar a los millones de residentes que albergan actitudes antisemitas están ahí presentes.Aunque las actitudes hayan sido peores la última vez, en 2019, es muy probable que la disposición a actuar de acuerdo con esas creencias haya aumentado significativamente entre los millones de personas que aún albergan creencias antisemitas.
Durante décadas después del Holocausto, aunque las actitudes antisemitas que habían existido durante siglos no desaparecieron de repente, la vergüenza por Auschwitz inhibió las actuaciones del antisemitismo. Hoy, casi 80 años después, las nuevas generaciones saben poco sobre la Shoá y ese sentimiento de vergüenza ha disminuido mucho, si no desaparecido del todo.A ello se une la polarización de la sociedad que abre el camino a las teorías de conspiración dirigidas contra los judíos. Y el antisionismo sigue creciendo, con un comportamiento más extremista contra los judíos, que se produce, irónicamente, a medida que el mundo árabe avanza hacia la aceptación del Estado judío a través de los Acuerdos de Abraham.En resumen, aunque la opinión pública no haya empeorado, existe una receta perfecta para que se produzcan ataques más extremos contra los judíos. En este ambiente, el hecho de que las actitudes antisemitas en toda Europa se hayan estabilizado o incluso hayan disminuido es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente para disuadir los actos antisemitas.Lo que hace falta es construir a partir de estos resultados positivos, por mínimos que sean, para intentar devolver la realidad del antisemitismo en las comunidades europeas a donde estuvo durante cincuenta años después de la Shoá. El odio a los judíos nunca desapareció, pero se mantuvo en gran medida al margen de la sociedad y su impacto se redujo significativamente.El odio a los judíos nunca desapareció, pero se mantuvo en gran medida al margen de la sociedad y su impacto se redujo significativamenteEste debería ser el objetivo para hoy, y es alcanzable a través de un liderazgo responsable y valiente. Vemos un comienzo en las estrategias nacionales para combatir el antisemitismo desarrolladas en varios países, incluido Estados Unidos con la Administración Biden. Ahora, que estos planes constructivos sean implementados y vendidos a la gente depende de los líderes de la sociedad más allá del gobierno: figuras públicas, educadores, líderes religiosos y culturales.La Encuesta Global de la ADL confirma la gravedad de las actitudes antisemitas como telón de fondo de los incidentes antisemitas. Al mismo tiempo, señala el camino hacia un futuro esperanzador si los líderes prestan atención.
Kenneth Jacobson es Vicedirector Nacional de la Liga Antidifamación (@ADL_es)
Fuente: https://www.ynetespanol.com/global/opinion/article/hyialxqdh?utm_source=ynetespanol.com&utm_medium=Share&utm_campaign=facebook&utm_term=hyialxqdh&utm_content=Article%20Top