por Ana Jerozolimski / Publicado el 9 de Agosto de 2021
Hoy hace 20 años exactamente, fue cometido el terrible atentado terrorista en la pizzería Sbarro de Jerusalem, en la esquina más concurrida de la capital israelí.
Un terrorista con explosivos escondidos en una guitarra entró al concurrido local en aquella mañana de vacaciones de verano –por lo cual el lugar estaba repleto de familias enteras- y detonó su bomba, matando a 15 personas, entre ellas 8 niños. Entre las víctimas había 5 miembros de una misma familia.
La mujer que ayudó a planificar el atentado y guió al terrorista, Ahlam Tamimi, fue sentenciada a 16 cadenas perpetuas. En prisión contrajo matrimonio con otro terrorista preso, su primo Nizar Tamimi. Fue excarcelada en el 2011 en el marco de la transacción pactada entre Israel y Hamas para la liberación de Gilad Shalit, el soldado secuestrado que había estado cinco años y medio en manos de Hamas en la Franja de Gaza.
Hoy en día vive en Jordania y pende sobre ella una exigencia de extradición de Interpol.
Hay mil aspectos para recordar en este dia, en este oscuro aniversario de un hecho tan duro de recordar. Pero hoy aquí, me limitaré a uno de ellos, que refleja una problemática que lejos está de desaparecer dado que la demonización y la justificación del odio y la muerte, continúan.
Es increíble cómo se puede jugar con las palabras.
Para el poeta palestino Mutawakil Taha, Ahlam y Nizar Tamimi son “grandes héroes” merecedores de un libro dedicado en su honor., según relató en una entrevista publicada en el periódico Al-Quds el 7 de abril del 2008, de acuerdo a lo revelado en su momento por la organización “Palestinian Media Watch”.
Para Israel y para toda persona medianamente normal, son dos terroristas responsables del asesinato de numerosos inocentes.
El problema, sobre el que hemos escrito en varias oportunidades, va mucho más allá de la opinión personal del poeta mencionado. El problema es que en uno de los principales diarios palestinos, lo entrevistaron en su momento , presentando así la nota: “El trabajo del poeta palestino Dr.Muatawakil Taha, tiene una clara presencia e influencia en la cultura y literatura palestina y la árabe”.
No habría incoveniente al respecto, de no ser por lo que escribe este hombre sobre Ahlam Tamimi.De su esposo no comentamos en detalle, ya que desconocemos por qué atentado fue condenado a prisión.
“Hace dos años, escribí un libro …sobre los dos heroicos prisioneros Nizar Tamimi y Ahlam Tamimi, de los que estamos orgullosos”.Continúa elaborando sobre la idea de los presos , a los que llama “mártires” y sobre la necesidad de apoyarlos. No tiene ni sentido dar los detalles.
Pero ¿orgullosos? ¿De qué habla? ¿Del “orgullo” nacional palestino por los asesinatos de civiles inocentes en medio de una pizzería? Y no es , evidentemente, un loco suelto.Ese “estamos orgullosos” , es una expresión de quien sabe que no habla sólo en su nombre.
Es trágico. Trágico para las víctimas que los asesinos se llevan consigo y para un pueblo cuyos símbolos culturales escriben así, convencidos de estar transmitiendo un buen mensaje nacional.
No creemos que todos los palestinos compartan ese “estamos orgullosos”.Pero sería bueno escucharlos a los que no , saliendo a protestar….
Recordemos: Ahlam Tamimi nunca se arrepintió. Declaró públicamente que si pudiera, lo volvería a hacer. Y se dijo feliz al enterarse de la cantidad de niños muertos.
Esa no es una heroína. Es un monstruo.
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(9 de Agosto de 2021)
Fuente: https://www.semanariohebreojai.com/editorial/274