14/09/2022
Itongadol.- Eduardo Kohn, director de Bnai Brith para América Latina, mantuvo una entrevista con ItonGadol en donde destacó el trabajo que realiza la institución, que tiene “los mismos objetivos desde que nació en 1843”.
“Dentro de lo que es el sionismo, siendo una institución totalmente apartidaria, hacemos todo el trabajo que haya que hacer para defender los derechos de Israel y luchar contra el antisemitismo. Para eso tenemos representación en la OEA y en todas las oficinas de la ONU”, destacó.
Además, Kohn analizó la situación de las comunidades en Latinoamérica y los desafíos respecto a la posición sobre Israel de algunos países: “En México por ejemplo, el gobierno es muy hostil en las políticas con el Estado de Israel y lo demuestra en las Naciones Unidas, lo que genera incitación que se nota en las redes sociales. Chile ha tenido una involución en la relación con la comunidad judía. Siempre dijimos que era porque está la mayor comunidad palestina de América Latina y una de las más grandes del mundo. Pero los propios gobiernos chilenos no ayudaron a esa involución en la relación y eso generó violencia de todo tipo y no solo en redes sociales obviamente”.
-¿Cuál es su rol en la organización?
-Yo soy el director de Bnai Brith para América Latina. Si bien empecé hace muchos años, en 1981 como director ejecutivo para Uruguay, que luego se extendió a Paraguay, pasé rápidamente en el 83 hasta el 85 a toda América del Sur. Era una constitución muy compleja de Bnai Brith en aquella época. Hace 40 años no había los medios de comunicación de hoy. Luego eso se subdividió y yo quedé de nuevo con Uruguay, hasta que en 1998, además de Uruguay, ya entré a trabajar como Bnai Brith Latinoamérica, pero ya con otras facilidades de comunicación. Desde Montevideo lo hicimos al principio con viajes. Yo viajaba regularmente a distintos lugares, hay 22 países en América Latina que tienen ramas locales de Bnai Brith. Y ya en los últimos años, cuando la tecnología avanzó mucho, ya todos los contactos han sido más fácil.
-¿Cuál es la función específica que está realizando en Latinoamérica Bnai Brith?
– Bnai Brith básicamente tiene los mismos objetivos, no solo en América Latina, sino en todo el mundo. Bnai Brith fue fundada en EEUU y existe en Norte América, Centro América, Europa e Israel. Tiene los mismos objetivos desde que nació en 1843 y que es un trabajo en el área de los derechos humanos y de la acción social. Cuando hablamos de derechos humanos, hablamos fundamentalmente de antisemitismo, pero obviamente no descartamos ninguno. Y en el área de acción social, según el país en el que estamos y las necesidades sociales. En el caso de Argentina, Uruguay o Chile, pueden sonar parecidas, pero evidentemente cada uno tiene sus épocas, sus necesidades, y Bnai Brith se ocupa mucho de la comunidad judía, pero se ocupa muchísimo de la comunidad en general. Tanto en el ámbito de salud como en la acción social con los más desposeídos.
Otro objetivo, roza mucho con lo político, la Bnai Brith forma parte de la Organización Sionista Mundial (OSM). Bnai Brith es sionista y existía en Israel antes de que existiera el Estado, desde 1888. Y dentro de lo que es el sionismo, siendo una institución totalmente apartidaria, hace todo el trabajo que haya que hacer para defender los derechos de Israel y luchar contra el antisemitismo. Para eso tenemos representación en la OEA, en todas las oficinas de la ONU, incluso tenemos una oficina en Nueva York frente a la ONU.
Esos son los dos ejes con los que nos movemos en general. Y en particular, las acciones de cada país las decide cada país, pero tratamos de coordinar y no repetirnos, y para eso a veces hacemos acciones conjuntas. En la pandemia hicimos acciones diferentes pero similares, por ejemplo en cuanto a las necesidades que había de insumos que escaseaban en América Latina. Logramos llegar con insumos de salud y comida en muchos países de Latinoamérica: en Uruguay, Chile, Panamá. En Argentina fue muy importante lo que hicimos dentro de la comunidad, porque hicimos un plan en sociedad de la AMIA para proveer bandejas de alimentación durante muchos meses. Desde el punto de vista social, tratamos de ir a lo que más se necesita. Desde el punto de vista político, la coordinación es total. Nosotros no vamos a una reunión de la OEA o de la ONU sin estar coordinados todos, cuáles son los objetivos de lo que tenemos que hablar, discutir o plantear a ministros, presidentes o quien sea. Si nosotros vamos mañana a hablar con el canciller de Argentina en el ámbito de la ONU, primero vamos a hablar con nuestros miembros de la Bnai Brith Argentina sobre qué consideran que es lo más esencial para plantear, y después la Bnai Brith tiene su agenda central con el Estado de Israel como eje. Pero coordinamos con cada país porque hay temas puntuales que tienen que ver con Israel, el judaísmo, el antisemitismo, que también lo planteamos.
-¿La casa matriz de ustedes está en Washington?
-Sí. La institución se fundó en Nueva York pero se mudó rápidamente a Washington y estamos allí desde fines del siglo XIX.
-¿Cómo ve Latinoamérica desde lo comunitario?
-Desde el punto de vista comunitario, las fortalezas de las comunidades se dan en las comunidades grandes. Las comunidades pequeñas están sufriendo mucho, porque es muy difícil hoy, en un mundo tan dinámico, donde las noticias llegan en 10 segundos a tu teléfono, poder desarrollar una actividad intensa. En Centro América la mayoría son muy pequeñas y solo quedan algunas comunidades un poco más grandes en Panamá y Costa Rica. Las fortalezas están en las más grandes, como la de Argentina, la de México y la de Brasil. En un grado más bajo, siendo comunidades con mucho menos cantidades judíos e instituciones, están Chile y Uruguay. Las comunidades reaccionan de acuerdo a las realidades de América Latina. Luego del periodo más grueso de la pandemia, del 2020 al 2022, la comunidad sufre las consecuencias generales. América Latina tiene una calidad de democracia que va bajando en forma acelerada. Hay que entender que las elecciones son muy importantes en cualquier país y debe haber elecciones, pero eso no es la definición de la democracia. Si los poderes no están cada uno en su lugar y son independientes, y el poder político del Ejecutivo absorbe el Judicial, baja la calidad de la democracia y crea problemas. Las comunidades judías no se sienten ni están bien cuando el país no es totalmente democrático. En este momento en América Latina hay problemas muy serios, no necesariamente hablando de dictaduras lisas y llanas como Venezuela, Nicaragua o Cuba, o la actividad permanente de una autocracia como Bolivia, donde la comunidad judía es escasa, pero evidentemente cuando la democracia tambalea la comunidad judía tiende a defenderse y no siempre puede hacerlo con éxito. Con respecto a si el antisemitismo es mayor en Latinoamérica que en Europa no haría esa diferenciación pero si puedo decir que hay un antisemitismo creciente en todo el mundo, siendo violento en Europa y Estados Unidos, de hecho causaron víctimas, y en América Latina hay una violencia creciente en las redes sociales que puede llevar a desenlaces fatales. Desgraciadamente no podemos olvidar que en Uruguay esa violencia llevó a un desenlace fatal hace apenas seis años, cuando se asesinó a un comerciante en Paysandú por el hecho de ser judío. El antisemitismo es actualmente un problema en todo el mundo y se da en la enorme mayoría de los países de Latinoamérica.
-En un panel por el 125 aniversario del Primer Congreso Sionista expresaron que preocupa el aumento del antisemitismo, algo que usted mencionó.
-Con respecto a eso preocupa mucho que las señales no disminuyen, no es un tema aislado, todo lo contrario. No quiero poner América Latina como un global porque son 35 países, pero si nos vamos a los países más grandes, en México por ejemplo, el gobierno es muy hostil en las políticas con el Estado de Israel y lo demuestra en las Naciones Unidas, lo que genera incitación que se nota en las redes sociales, que son una herramienta formidable, como un martillo, pero si en vez de usarse para clavar algo se usa para lastimar a alguien, pasa a ser una herramienta negativa. Con las redes sociales pasa lo mismo, si están continuamente demonizando al Estado de Israel, lo que pasa mucho en la mayoría de los países de América Latina, México es uno de ellos, como Argentina o Brasil, genera, inevitablemente, una sensación latente de que pueda venir otro tipo de violencia. Y eso preocupa y debe ser uno de los temas que más debate genera.
-En Chile no se trata de redes sociales, ocurre algo diferente. ¿Qué opina al respecto?
-Chile ha tenido una involución en la relación con la comunidad judía. Después de recuperar la democracia mantuvo una constitución que venía del periodo en el que no tenía democracia y en general todos los gobiernos de Chile, siempre democráticos, casi sin excepción, atacaron a Israel. Siempre dijimos que era porque está la mayor comunidad palestina de América Latina y una de las más grandes del mundo, que hace un lobby muy fuerte y la comunidad judía en comparación es muy pequeña. Pero los propios gobiernos chilenos no ayudaron a esa involución en la relación y eso generó violencia de todo tipo y no solo en redes sociales obviamente. Es pronto para saber si empeoró con el nuevo gobierno, pero evidentemente hay anuncios muy claros de parte de la nueva administración para continuar o agravar la política anti israelí y no solo en los foros internacionales. De hecho se vio cuando Israel tuvo que defenderse de la Yihad Islámica Palestina, y fue un ejemplo claro de lo que ocurre en América Latina y especialmente en Chile. La situación es difícil pero lo que yo veo es que la posibilidad de fortaleza democrática que tiene chile siempre permite una línea de dialogo, tanto para lo que es Israel, a través de su embajada, como por parte de la comunidad judía chilena. ¿El diálogo se va a hacer difícil en estos tiempos? Sí, probablemente se dificulte porque si la parte responsable de que se pueda vivir en paz y no se ataque a ninguna comunidad son dogmáticos y consideran que deben trasladar el conflicto de Medio Oriente a Chile y no variarlo con medidas que corresponden a una democracia, se generarán más problemas de los que ya hay. Lo que está claro es que se vive en un clima de tensión, una tensión con la que no se vive en otros países de la región.
-¿Qué opina del avión iraní varado en Argentina?
-Independientemente de lo que se pueda llegar a saber y de lo que mayoritariamente no se sepa, creemos institucionalmente que es una nueva demostración de la absoluta impunidad que tienen Irán y sus agentes de Hezbollah para pasar por distintos países de América Latina sin ningún tipo de problemas y todo eso se da por la relación y el eje que señaló Irán con Venezuela, en el que los pasaportes vuelan y son todos viables en fronteras muy débiles y porosas. Debería ser una alerta muy fuerte para los países que tengan consciencia de lo que significa tener al terrorismo en la puerta, porque no es un tema de tripulantes sospechados solamente, sino que en un continente en el que después de 30 años Argentina no pudo decir claramente, o al menos no pudo solucionar ante la justicia, ni Argentina ni el resto del mundo, los atentados que hizo Irán en la Embajada de Israel y en la AMIA, que pasen estas cosas, da la pauta de que pasan otras que no se saben y de que estamos en peligro. Y en la medida de que los países más democráticos de la región no se pongan firmes, serán vulnerados como fue vulnerada la frontera en este caso en Paraguay, donde podrán investigar lo que quieran, pero fue vulnerada. La reacción en Argentina es muy pobre, pero lo es desde hace 30 años, desde que atentaron contra la AMIA. En el caso de Uruguay la reacción fue buena pero nos quedaron muchas dudas de si hubiese sido fuerte, firme y clara en cualquier otra circunstancia. Se dio ahora con este gobierno y no voy a especular con ningún gobierno, pero en Uruguay también hay sectores políticos que siguen pensando que Cuba es una democracia y que Venezuela es un país perseguido, por lo que en ese sentido tampoco siento que Uruguay, que es una democracia fuerte, sea tan fuerte, compacta, armónica y unida como para defenderse y tener claro que lo viene como peligro es terrorismo y no amistades políticas.
-¿Qué objetivos tienen planteados a partir del nuevo año en el calendario judío?
-Hay un plan inmediato que tiene que ver con América Latina. Junto a Hatzad Hasheni organizamos un viaje en el que una delegación de 12 periodistas de Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica y Panamá estará en Israel del 22 al 29 de octubre. Este viaje cuenta con el apoyo de B’na B’rith Israel. La idea es que vean, conozcan, discutan y pregunten sobre Israel. Es algo que veníamos haciendo de forma regular pero debido a la pandemia se frenó. Es algo que nos parece importante y no se trata solamente de la hasbará, es mucho más que eso. Nosotros vemos que cuando fue el enfrentamiento con la Yihad, no es el caso de Argentina, donde hay corresponsales, pero sí vemos en otros países, incluyendo países grandes como México, Brasil o Perú, en los que lo único que hacen es leer cables de agencias que en general no tienen ni idea de lo que están escribiendo, porque no están en Israel. Eso le hace muy mal a la explicación del conflicto y mucho más del terrorismo, por lo que nos parece muy importante esta actividad. Desde otro punto de vista, recientemente se celebraron en Suiza los 125 años del Primer Congreso Sionista y estuvo presente una delegación de B’nai B’rith Internacional de todos los continentes, de más de 25 miembros, que honra nuestra participación en la OSM. La delegación estuvo encabezada por el presidente mundial, que es de Estados Unidos y de nuestro director ejecutivo Daniel S. Mariaschin. Además, vamos a hacer a fin de año nuestra reunión anual y la vamos a volver a hacer de manera virtual, porque lamentablemente el tema de los viajes sigue siendo muy complejo, y cuando hacemos una reunión de este tipo queremos juntar gente de todos los continentes y hoy es muy difícil hacerlo todavía. En esa reunión esperamos tener autoridades de diferentes países del mundo, ya que el Zoom lo permite, para discutir los temas de antisemitismo y cómo confrontarlos. Y lo último que quisiera mencionar es que en un trabajo latinoamericano que hacemos con Adriana Camisar, hemos entrevistado a muchos embajadores israelíes, lo hemos compartido en las redes, y la semana pasada nos resultó aleccionador la entrevista que le hicimos a Fernando Lottenberg, porque hemos comprobado el trabajo que está haciendo en el monitoreo del antisemitismo junto con su colega de Europa y EEUU: Las situaciones que uno no imagina de antisemitismo y que sí están sucediendo, y la forma en que hay que trabajar para enfrentarlo y ser optimista. Saber que no estamos solos, que hay muchos que ven esto desde la política, desde las organizaciones sociales. Hay gente que ve ese flagelo como algo que se dirige primero hacia los judíos, pero a la larga destruye a toda la sociedad.
Fuente: https://itongadol.com/comunidad-en-accion/entrevista-con-el-director-de-bnai-brith-para-america-latina-hacemos-todo-lo-necesario-para-defender-los-derechos-de-israel-y-luchar-contra-el-antisemitismo