por Ana Jerozolimski / Publicado el 11 de Diciembre de 2022 a las 08:38
Basado en un informe de Maurice Hirsch, Palestinian Media Watch
Recientemente, un movimiento infantil palestino de Al Fatah-en el que participan niños y adolescentes entre 6 y 15 años, realizó una “celebración” especial que llamó “demostración de solidaridad” con dos “héroes”. Fue en honor de Jum´a Adam y Mahmud Abu Kharabish, presos en Israel. Esta fue la explicación que el club publicó en su página de Facebook el 8 de noviembre:
“Los varones y niñas de Jericó y la zona del Valle del Jordán, los niños de la zona administrativa Ein Al-Sultan, organizan una demostración de solidaridad con nuestros prisioneros heroicos. Conmemoramos a los veteranos presos Jum’a Adam and Mahmoud Kharabish, al haber comenzado su 35° año bajo la opresión del ocupante. Falta poco para la liberación de nuestros heroicos prisioneros”.
Para comprender la terminología y lo que enseña sobre este preocupante fenómeno en la sociedad palestina, nada más apropiado que recordar qué hicieron estos “héroes”.
Los dos mencionados son los terroristas que el 30 de octubre de 1988 lanzaron botellas incendiarias a un ómnibus civil israelí, asesinado a 5 israelíes, entre ellos Rajel Weiss, una maestra de 26 años, y sus tres hijos de 2, 3 y 9 años, además de un soldado que intentó salvarlos, resultó herido y falleció poco después.
Las botellas incendiarias sobre el ómnibus de la línea 961, que no estaba blindado, entraron fácilmente al mismo. El conductor resultó levemente herido en la cara, alcanzó a salir del ómnibus y disparar hacia los atacantes, permitiendo además al abrir rápidamente la puerta, que la mayor parte de los 22 pasajeros salgan hacia afuera.
Pero Rajel Weiss, que en la mitad del viaje se había movido de la parte delantera del bus hacia atrás con sus hijos –para permitir que su esposo pueda estudiar Torá en silencio mientras la familia entera se hallaba en camino a una celebración familiar en Jerusalem- creyó, al oir el estallido del impacto de las botellas incendiarias, que terroristas estaban disparando hacia adentro. Se tiró al piso sobre sus tres hijos para protegerlos, cuando el ómnibus ya comenzaba a arder en distintos fotos. El soldado David Delaroza, cuando estaba a punto de salir, se percató de la mujer , trató de sacarla, le dio la mano pero ella se resistía, pensando que moriría por disparos de terroristas. El intentó convencerla pero ella gritaba “¡Mis hijos! Mis hijos!”…David trató de romper la ventana pero lo logró sólo parcialmente y sacó la cabeza para tomar aire. Vio que sus manos ya comenzaban a arder y que el cuerpo empezaba a prenderse fuego. Hizo un último intento y salió pidiendo socorro. Fue trasladado al hospital, herido grave y poco después falleció.
Los responsables de ese atentado, no son héroes dignos de admiración de los niños. Son asesinos, que toda sociedad normal debe repudiar. No por las víctimas, sino por sus propios valores. Glorificarlos es un horror imperdonable.
Ana Jerozolimski
(11 Diciembre 2022 , 08:38)
Fuente: https://www.semanariohebreojai.com/articulo/6398