Como única alternativa la neutralización del peligro, en este caso derrocar a Hamás como gobierno de la franja de Gaza y desarticular su aparato militar y el único camino es a través de la guerra,
7 de noviembre de 2023 Por: Redacción El País
No sería necesario recordar lo ocurrido el pasado 7 de octubre si no fuera porque ya hay múltiples voces negando lo sucedido, buscando limpiar la imagen de Hamás, una organización sanguinaria que desde sus orígenes ha actuado con absoluto desprecio por la vida humana, tanto de israelíes como de palestinos. Además de la lavandería, somos igualmente testigos de celebraciones de la masacre en varios lugares, sangre judía derramada, sobre la cual se pueden destapar la champaña.
Mil cuatrocientos judíos fueron masacrados con la mayor sevicia, familias enteras en sus hogares, mujeres violadas y quemadas, bebés asesinados, mujeres embarazadas a las que les sacaron el feto, dos centenares de jóvenes acribillados a tiros en un festival de música electrónica y unos 240 secuestrados, la mayoría niños, mujeres y ancianos, de los que no se sabe nada.
Es claro que Israel, como Estado atacado, tiene el derecho a la legítima defensa establecido en el derecho internacional, artículo 51 de la carta de Naciones Unidas. Dicho derecho está encaminado a evitar que ataques similares ocurran en el futuro. Para Israel no existe la posibilidad de una negociación con Hamás, cuya carta fundacional establece que su objetivo es matar judíos y destruir a Israel demostrado fehacientemente el pasado 7 de octubre, día aciago en la historia de Israel y del Pueblo Judío. Tampoco tienen la intención de abandonar Gaza voluntariamente, como hizo la OLP en Beirut en 1982, cuando dirigidos por Yasser Arafat abandonaron la ciudad para evitar combates al interior de la misma.
Queda entonces como única alternativa la neutralización del peligro, en este caso derrocar a Hamás como gobierno de la franja de Gaza y desarticular su aparato militar y el único camino es a través de la guerra, palabra que evoca sentimientos negativos sumos, pero que ha acompañado a la civilización desde que se tiene memoria.
Para Israel las guerras con Hamás son una tragedia, pues esta organización, al igual que su par libanesa Hezbollah, se mimetiza en la población civil usándola como escudo humano. Hamás lanza sus cohetes a Israel, ya van más de 10 mil en esta ronda, desde mezquitas, hospitales, escuelas, centro comunitarios y barrios residenciales, incurriendo en un doble crimen de guerra. Apuntar y escudarse en civiles.
Es sabido que Israel busca evitar las víctimas civiles, avisa antes de lanzar un ataque, abre corredores humanitarios, aborta ataques si hay peligro para civiles, pero en las condiciones de este enfrentamiento con terroristas para quienes su propia población no vale nada, inocentes caerán. El mismo portavoz de Hamás decía hace unos días que los túneles, ventilados, iluminados y bien surtidos, debajo de la superficie, son para los “combatientes de Hamás; que la población en la superficie se arregle como pueda”.
Las cifras de víctimas informadas por el ministerio de Salud de Hamás son poco creíbles, no diferencian civiles de terroristas, estos últimos vestidos de civil. Cada víctima civil palestina, cada mujer, hombre o niño, es lamentable, pero la responsabilidad recae en quienes desde 2007 los convirtieron en rehenes de su ideología radical.
La guerra ha desatado un tsunami de antisemitismo alrededor del planeta, como no se veía desde los años 30 del siglo pasado. Las manifestaciones pro-palestinas no son tal, a pocos le importan los palestinos, son festivales de odio a Israel y al Pueblo Judío.
Israel no tiene alternativa. Debe erradicar a Hamás de Gaza, la organización debe ser desmantelada, de lo contrario en la región del Medio Oriente, donde exhibir debilidad es suicidio, estaría Israel sujeto a repetición del 7 de octubre, por lo que esta guerra necesaria, debe seguir hasta que se logren los objetivos. Por el bien de israelíes y palestinos. No hay vuelta atrás.
Fuente: https://www.elpais.com.co/opinion/columnistas/guerra-necesaria-0752.html