por Ana Jerozolimski / Publicado el 1 de Septiembre de 2019 a las 13:15
Israel responde pero aclara: “ni un rasguño”.
Tal como había anunciado en términos generales en los últimos días, Hizbala atacó este domingo territorio israelí,disparando cohetes anti-tanques “Kornet” hacia la localidad fronteriza de Avivim, en la que también hay posiciones de Tzahal, debido a la cercanía a la frontera entre Israel y Líbano.
La radio pública israelí “KAN” entrevistó en vivo a un hombre residente en Avivim, David Biton, a quien se oía con la respiración alterada por la corrida al refugio. Y mientras él hablaba, se oyó claramente por radio el impacto de algunos cohetes y el sonido de fuertes estallidos en la zona.
Israel respondió disparando cien proyectiles de artillería hacia la fuente del fuego, el lugar desde el cual se lanzaron los cohetes hacia Israel, así como también desde un helicóptero de combate.
“Estamos realizando consultas respecto a cómo sigue esto”, declaró el Primer Ministro Biniamin Netanyahu. “De acuerdo a los acontecimientos, decidiremos cómo seguir”.
Lo que irradia el mensaje de Netanyahu es un intento de cerrar este capítulo, visto como un incidente “táctico”, y no verse arrastrado a una escalada de mayores proporciones, que conduzca a una guerra. Los expertos y analistas militares estiman que ni Israel ni Hizbalá tienen interés en una escalada de gran envergadura.
NO HAY MUERTOS NI HERIDOS
Un elemento clave que tendría incidencia en el desarrollo de esta situación y en la posibilidad de una respuesta más dura de Israel, es el tema de víctimas mortales o heridos. Tras dos horas de rumores que circularon por whatsapp diciendo que el ataque de Hizbala había cobrado vidas, tanto el portavoz del ejército como el Primer Ministro lo desmintieron explícitamente. “Ni un rasguño”, dijo Netanyahu, al abrir la ceremonia de inauguración de la Oficina de Comercio de Honduras en Jerusalem, junto al Presidente Juan Orlando Hernández que llegó el sábado con dicho fin a Israel.
Sin embargo, la radio pública KAN sacó al aire a dos de sus cronistas que reportaban desde el Centro Médico Rambam en Haifa, afirmando que acababan de ver a dos soldados que acababan de llegar en ambulancia, trasladados en camilla para observación, uno de ellos a la emergencia. Ambos fueron dados de alta poco después. No está totalmente claro si ello contradice lo dicho por el Primer Ministro o si no se trataba de lesiones físicas de ningún tipo.
Desde Avivim indicaron unas dos horas después del ataque, que las instrucciones eran retornar a la rutina. Pero en todas las comunidades ubicadas a una distancia de hasta 4 kilómetros de la frontera con Líbano, la instrucción era tener los refugios abiertos por cualquier eventualidad.
LAS RAZONES DEL CHOQUE
Cabe explicar el trasfondo de las amenazas de Hizbala lanzadas por su jefe Hassan Nasrallah en los últimos días. Por un lado, el sábado, Israel atacó un blanco cercano a Damasco desde el que operativos de Hizbala pensaban lanzar drones explosivos hacia Israel, por orden de Qasem Soleimani, jefe de la fuerza Quds de las Guardias Revolucionarias de Irán.En dicho ataque israelí, murieron dos hombres de Hizbala. Según dijo este domingo la organización, la célula que disparó los cohetes a Israel llevaba el nombre de ambos.
Por otro lado , horas después de dicho operativo israelí para frustrar el atentado con los drones, hubo otro incidente que Israel no reivindicó y que Hizbala sostiene fue indudablemente obra de Israel: el ataque con drones a una instalación en el enclave de Hizbala en Beirut, la Dahya, a un sitio que la organización alega era “una oficina de comunicaciones”, pero que parece en realidad haber sido un depósito en el que guardaban elementos claves del programa iraní de misiles precisos para Hizbala.
A ojos de Nasrallah, eso equivale a un intento israelí de cambiar las reglas del juego, ya que lo ven como el primer ataque abierto de Israel en Beirut desde la guerra del 2006. Israel, reiteramos, no lo reivindicó.
Lo claro es que más allá de ese incidente preciso, Israel tendrá que decidir en los próximos meses cómo actúa en relación al programa de los misiles precisos, que constituyen una gravísima amenaza estratégica al país. El dilema de fondo es si acaso Israel se abstiene de atacarlo mientras no hay una agresión activa de parte de Hizbala o si decide hacerlo cuando aún puede quizás destruir gran parte de sus componentes. Si la decisión es no hacerlo para no ir a una guerra segura, se corre el gran riesgo de permitir que ese programa se concrete plenamente y que Hizbala tenga en su poder miles de misiles de una precisión tal que pueden, con exactitud de hasta 10 metros, apuntar adonde decidan, en todo el territorio de Israel.
Una pieza clave para impedir una escalada de este tipo, sería una intervención activa del Estado libanés o de la ONU para que el territorio libanés no pueda ser usado por Irán para un programa cuyo único objetivo es atacar al vecino, Israel. La experiencia indica que ni de uno ni de otro, se puede esperar demasiado.
Ana Jerozolimski
(01 Septiembre 2019 , 13:15)
