por Ana Jerozolimski / Publicado el 13 de Febrero de 2020 a las 10:32
Tras su primer comunicado condenando la publicación de la lista de compañías que hacen negocios con asentamientos israelíes , el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel lanza una dura ofensiva contra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que la emitió y le acusa de haber actuado cediendo a presiones de grupos que apoyan el BDS (el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones) y que tienen vínculos directos con organizaciones terroristas.
La lista, cabe recordar, detalla una nómina de 94 compañías israelíes y 18 extranjeras, que operan no sólo en Judea y Samaria (Cisjordania) sino también en Jerusalem Este, que para Israel es parte de su capital soberana, y para los palestinos y la ONU es “territorio ocupado”.
La prensa israelí reporta ya desde el miércoles, que la Alta Comisionada de Derechos Humanos Michelle Bachelet, se negó a lo largo de todo el último año a reunirse con una representante de Israel en relación a la lista negra que se estaba preparando. Según el informe oficial del Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel, la oficina de Bachelet sí ha estado en contacto con elementos terroristas del Frente Popular para la Liberación de Palestina y de Hamas.
En un detallado informe, el Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel encabezado por Gilad Erdan, que es quien tiene la responsabilidad de la lucha contra el boicot anti israelí, se detalla las presiones bajo las que actuó el Consejo de DDHH, dirigidas de hecho por elementos terroristas.
Hay algunos ejemplos especialmente notorios.
Uno de ellos es la ONG palestina “Addameer”, que empleaba como su contador a Samer Arbid, recientemente detenido por su participación directa en el atentado de agosto del 2019, en el que terroristas del Frente Popular para la Liberación de Palestina detonaron una carga explosiva al paso de una familia israelí junto al manantial cercano a Dolev, y asesinó a la jovencita Rina Schnerb, hiriendo a su hermano y su padre.
También la organización Al-Haq y su director general Shawan Jabarin estuvieron involucrados intensamente-según el informe de la ONU- en las presiones para el armado y la publicación de la lista en cuestión. También Jabarin había sido miembro del Frente Popular para la Organización de Palestina y hasta estuvo preso por su participación en distintas actividades terroristas.
Uno de los tribunales israelíes que trató las acusaciones en su contra describió así las actividades de Jabarin:
“El acusado aparentemente opera bajo el encubrimiento de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Por un lado se presenta como director de una organización de derechos humanos y por otro, es active en una organización terrorista que comete asesinatos…Su estilo de vida nada tiene que ver con derechos humanos sino todo lo contrario. Niega el derecho más fundamental de todos, sin el cual no hay ningún otro derecha: el derecho a la vida”.
El Ministro de Asuntos Estratégicos Gilad Erdan calificó la decisión del Consejo de DDHH de “desgraciada” y aseguró que “prueba una vez más el antisemitismo consistente de la ONU y el odio a Israel”. Erdan recordó que dicha instancia de la ONU “está compuesta por estados tiránicos y regímenes despóticos” y que eso “prueba que es una institución que toma decisiones desconectadas totalmente a verdaderos derechos humanos”.
Ana Jerozolimski
(13 Febrero 2020 , 10:32)