por Ana Jerozolimski / Publicado el 26 de Agosto de 2020
Shai Ohayun, de 39 años, casado y padre de cuatro niños de 4, 9, 11 y 13 años, ya no está. Quedarán sus recuerdos, las enseñanzas de sus clases de Torá, el dolor de la familia para la su presencia será desde ahora solamente espiritual. No lo podrán abrazar, ni escuchar, ni sentarse a comer con él …nada. ¿Por qué? Porque un terrorista se le abalanzó con un cuchillo enorme de cocina, lo apuñaló varias veces y lo mató.
Pero el por qué iba a algo mucho más profundo de lo circunstancial, de este atentado puntual. El por qué pasa por la incitación, la diseminación del odio, la demonización de Israel en los medios y redes sociales palestinas. No se trata de algún loco suelto que escribe una barbaridad en su cuenta de Facebook. No. Se trata de páginas oficiales de la propia Autoridad Palestina, de medios de comunicación oficiales del gobierno, que presentan a los terroristas como héroes de la nación, el morir en ataques suicidas matando judíos como una proeza, y a Israel como usurpador, ladrón, un cáncer extraño en una región que no le pertenece y en la que no tiene raíces. Ese es el mensaje que capta el palestino promedio que navega por las redes sociales, mira la televisión palestina-no la de Hamas en Gaza sino la de la Autoridad Palestina transmitida desde Ramallah- y lee el órgano oficial de la AP Al Hayyat al-Jadida,por dar sólo algunos ejemplos.
Dicen fuentes palestinas que el atacante, un hombre de 46 años de la ciudad de Nablus, que tenía permiso para trabajar en Israel, o sea que no se encontraba en Petaj Tikva de modo ilegal, padre de familia, con 4 hijos, no estaba en sus cabales y ya había sido atendido por problemas psiquiátricos en su ciudad. Carecemos de elementos para decir si es cierto o no. Siempre es una posibilidad. Analizándolo con lógica, realmente sería propio de un demente arruinarse su vida de esta forma, teniendo cuatro hijos en casa. Pero como el extremismo no tiene lógica, todo es posible.
Lo seguro es que la incitación a la que hicimos referencia es el escenario de fondo, de todos modos, mucho más allá del atentado de este miércoles.
Los ejemplos son demasiado numerosos.
Me limitaré a dar algunos, de los últimos tiempos.
El 24 de julio, en una entrevista en la televisión oficial de la Autoridad Palestina, el Director de la así llamada Unidad de Jerusalem en la Oficina Presidencial Mu’tasim Tayyim declaró: “Mientras Jerusalem esté ocupada, habrá escalada en la lucha palestina. Mientras Jerusalem esté ocupada, nuestras almas y nuestra sangre son para Jerusalem, para sus santuarios. No dudaremos en proteger y defender a Jerusalem y a todo lo que es árabe, palestino, islámico y cristiano en Jerusalem. Estos varones y niñas de Jerusalem están enseñando al mundo entero qué es sacrificio”.
No entraremos en aclaraciones sobre la estúpida presunción de que alguien vea a los palestinos como defensores de los santuarios cristianos en la capital israelí, ni en la presentación de Jerusalem como “ocupada”, porque no es el tema de hoy. Lo central en esta nota es destacar ese constante elogio al “sacrificio”, que también cuando no está dicho explícitamente, se refiere a “muerte”.
El otro ejemplo es del 31 de julio, sobre un tema recurrente: la afirmación que lo que los musulmanes llaman Haram al-Sharif y los judíos el Monte del Templo, es sólo del Islam, un sitio en el que según los palestinos de hoy, no es cierto que haya existido el templo Sagrado de Salomón. En referencia a las visitas de judíos en el monte, que los palestinos siempre presentan como “invasión”, después de Tishá BeAv, una fecha sagrada del calendario judío , la Autoridad Palestina demonizó nuevamente a los israelíes y judíos que visitaron el lugar diciendo que “cometen actos despreciables” y “falsifican la historia”.
Si fuera mera ignorancia, estaría mal. Pero como no es eso sino mal intención, pretender mostrar la historia judía de vínculo estrecho con Jerusalem como un invento diabólico, es imperdonable.
Así dijo la informativista en la televisión palestina oficial: “Docenas de colonos invadieron las benditas plazas de la mezquita de Al Aksa en la Jerusalem ocupada, esta mañana, por el día que alegan es en memoria de la así llamada destrucción del templo”. De fondo, una canción decía “Los opresores han ido demasiado lejos”.
Y la periodista continuó: “Esta es nuestra mezquita y ellos han venido para profanarla con todo el racismo que llevan consigo. Cientos de ellos profanaron la primera dirección de plegaria de los musulmanes en los días de Hajj (peregrinación musulmana a Meca). Profanaron Jerusalem. Hermanos, los opresores han ido demasiado lejos en la ocupación de una tierra que no es de ellos”.
Según informó Palestinian Media Watch, este programa se repitió dos veces el 31 de Julio.
La verdad, es demasiado doloroso y enervante dar todos estos detalles.
Hasta nos cuesta releer todos los informes al respecto.
Por lo tanto, resumiré y terminaré sólo con algunas perlas más, todas ellas de los medios oficiales palestinos:
-Sostienen que Israel es enemigo de Mahoma y que insulta al profeta del Islam
– Israel entrega armas a los palestinos para que se maten unos a otros.
En realidad, no sé si lo que predomina aquí es la ira al leer todo esto. O la vergüenza ajena por el liderazgo que tienen los vecinos de Israel.
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(26 de Agosto de 2020)