Por: Alberto Jabiles Schwartz
Lic. en Educación e Historia, Universidad Hebrea de Jerusalén
Lo vivido en Israel el sábado 7 de octubre último fue un pogromo, un acto de barbarie asesina desenfrenada equiparable con las peores matanzas que la historia humana tiene registradas en sus anales.
Los estamentos de inteligencia, militares y políticos israelíes se vieron sorprendidos y desbordados desde el mismo momento de la infiltración masiva de centenares, quizás miles, de terroristas de Hamás y la Yihad islámica que entraron provenientes de la Franja de Gaza, destrozando los sistemas electrónicos de defensa y no solo que ocuparon pueblos y bases militares, sino que desataron una carnicería que hasta el momento no ha podido ser finalmente contabilizada, carnicería que tuvo como protagonista la presencia masiva de jóvenes israelíes en tierras aledañas a la frontera que fueron a disfrutar de un festival de música y que fueron cazados por los asesinos ante la inexistencia de fuerza militares que los defiendan y el retardo con que llegaron los refuerzos solicitados con vehemencia por los hoy asesinados.
Carnicería en la que familias enteras fueron asesinadas. Las fotos y videos son espeluznantes. Hijos y padres muertos los unos en frente de los otros. Asesinatos que fueron transmitidos en vivo. Violaciones de mujeres que luego fueron asesinadas o tomadas como rehenes. Bebes decapitados. Ancianos, mujeres, niños. No hubo freno alguno que sacie el hambre de sangre humana que tuvo Hamás.
Y si, también hubo negligencia del lado israelí, dolorosa ante el precio pagado, en lo que el 7 de octubre de 2023 ya es el día con mayor cantidad de asesinatos de judíos desde el Holocausto, asesinados única y exclusivamente por ser judíos. Por supuesto que llegará el día que los responsables de esta indolencia tengan que dar explicaciones, la opinión pública israelí está enardecida, pero también es consciente que de momento lo prioritario es lograr la victoria militar en esta nueva guerra impuesta a Israel y luego, sin dudarlo, llegará el momento de exigir explicaciones a quienes fallaron.
Al día de hoy, se reportan más de 1,200 israelíes asesinados, por encima de 3,000 heridos y aproximadamente 130 secuestrados cuyo destino aun es incierto y se teme lo peor por sus vidas toda vez que Hamás ha anunciado que serán ejecutados, uno a uno, en frente de las cámaras cada vez que Israel ataque alguno de los edificios de la organización terrorista sin olvidar a su vez que existe la posibilidad que sean usados como escudos humanos.
Escudos humanos como lo es la población palestina de Gaza en manos de Hamás, cuyos dos millones de habitantes están secuestrados desde el 2007 cuando Hamas se hizo del control de la franja asesinando a sus rivales palestinos de Fatah. Israel desocupó total y unilateralmente Gaza en 2005 para que los palestinos pueda autogobernarse y den muestras de sus capacidades. Este modelo fracasó, así como el esquema de tranquilidad a cambio de tranquilidad. La Franja de Gaza debe ser liberada de Hamás, sus socios y patrocinadores. Los habitantes de Gaza, definitivamente víctimas de las barbaridades perpetradas por el grupo fundamentalista Hamás, deben ser ayudados a reconstruir sus vidas con las garantías que nunca más sean utilizados por regímenes demoniacos como el iraní y sus axis para sus viles propósitos.
UN FECHA QUE VIVIRA EN LA INFAMIA es el duro término utilizado por el entonces presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt en su discurso al Congreso de EEUU solicitando la declaración de guerra al Imperio del Japón a 24 horas del traicionero ataque a Pearl Harbor. Y todos sabemos que, a partir de ese día, la determinación de los Estados Unidos fue indetenible, así como lo es la de Israel que no dará descanso a los responsables materiales e intelectuales de esta masacre, estén en donde estén, sea en Gaza, Beirut, Qatar e incluso Teherán ya que perfectamente se sabe que nada de esto hubiera pasado sin el apoyo de la dictadura teocrática de Irán.
Y si estamos ya en comparaciones con Pearl Harbor, recordemos lo dicho por el almirante japonés Isoruko Yamamoto tras el ataque: “hemos despertado a un gigante dormido y su respuesta será terrorífica”. Si, la de Israel, también lo será.
Fuente: https://www.prensa.com/opinion/una-fecha-que-vivira-en-la-historia/