El escritor Mario Sinay, especialista en Pedagogía de la Shoá y Doctor en Educación, dialogó con Radio Jai sobre la presentación de su nuevo libro, que lleva como título “Vivir con esperanza, morir con dignidad. Retratos de las rebeliones armadas judías durante el Holocausto”.
Sinay comenzó explicando que “lo que todos conocemos y que está anclado en la conciencia de la memoria judía, es la rebelión del Gueto de Varsovia”, pero que hubo 59 rebeliones armadas y otras 49 frustradas a último momento por diferentes motivos, y otras 114 insurrecciones que terminan con el incendio del Gueto, la fuga a los bosques y la unión a los partisanos, lo que hace más de 200 casos de levantamientos contra los nazis, sobre un total de 1000 guetos. Con ello se puede afirmar que en el 20 por ciento de los guetos y campos de exterminio y de concentración, hubo resistencia armada contra los nazis.
de que en la memoria judía solo aparezca el tema de la rebelión en el Gueto de Varsovia, el escritor reveló que “ese es un gran tema para retomar” y que es justamente la intención de este libro, que saldrá con el apoyo y patrocinio de 30 instituciones, entre otras, AMIA, DAIA, el ICAI (Instituto Cultural Argentino Israelí) y Radio Jai.
“la rebelión del Gueto de Varsovia, que fue única y peculiar, eclipsó a todo lo demás”. Si bien su lugar está bien ganado en la historia, debemos ampliar y conocer también lo otro. Explicó que se lo debe tomar en proporción; que si comparamos con los tres millones de prisioneros de guerra soviéticos “soldados” (no judíos de los guetos, zapateros o costureros), no se ha encontrado ni un solo caso de resistencia armada en campos de prisioneros de guerra soviéticos, contrariamente a lo que fueron en números, las rebeliones judías dentro de los guetos y de los Campos.
“Tenemos que ampliar la memoria judía de lo que conocemos del Holocausto, en estos puntos que dan tanta luz en un período tan oscuro como el de la Shoá”.
Sobre el proceso que llevó llegar a esas rebeliones, Sinay señaló que hubo obstáculos devastadores a sortear; que el primero fue el de la toma de conciencia de lo que pasaba y la intención genocida nazi, lo que ocurre muy tarde, que será recién en enero de 1942. Luego, medir las probabilidades de una victoria, que en realidad eran cero, ya que “no luchaban para ganar, sino para morir con dignidad”. El gran dilema era rebelarse o huir a los bosques y unirse a los partisanos; después, cómo conseguir armas, cómo entrenarse militarmente; todo ello en un entorno de aislamiento en el que se encontraban los judíos.
El especialista indicó que, si tuviese que destacar alguno de estos 200 levantamientos, elegiría uno que estima mucho, y que es el caso de Bendzin, ciudad que queda a una hora de Cracovia. En ese gueto había 30 mil judíos y el único donde hubo una comandante mujer, Frumka Pmotnitzka que había sido enviada desde Varsovia por el movimiento Dror. Ella estuvo a la cabeza de la rebelión armada que tomó dos horas, en la que había 200 chicos de todos los movimientos juveniles, los que lucharon con “uñas y dientes” frente a la potencia alemana y que obviamente fueron asesinados por los nazis. El chico más pequeño, que era el mensajero, llegó al búnker de la comandante y le anunció que nadie había quedado con vida, por lo que ella decidió capitular, rendirse. Cuando llega el comandante alemán para recibir la capitulación, ella saca una granada, lo mata, y muere con él.
El libro es histórico, basado en documentos y testimonios, también en la Enciclopedia del Holocausto, y se enfoca en los 59 casos que se reconocen como en los que hubo rebelión armada judía.
Sinay considera que nosotros como judíos debemos cambiar nuestra percepción, tener una visión más abarcativa, comprender que “toda la estigmatización sobre la pasividad de los judíos, la debilidad física y moral, apatía o indiferencia, sencillamente es un análisis superficial y una ignorancia de los hechos”. Y recordó la frase célebre de Mordejai Anilevich: “En un mundo que nos juzgó a pena de muerte, nosotros escogimos cómo morir”, y la de aquella mujer comandante del gueto, representante del movimiento Dror: “Luchamos por el honor del pueblo judío, por la independencia del Estado polaco, por la libertad del hombre y por la Humanidad”. Remarcó que el primero que entendió la intención genocida nazi, fue Abba Kovner, en la proclama del gueto de Vilna, el 30 de enero de 1942 donde declaró: “No marcharemos como ovejas al matadero”.
“Vivir con esperanza, morir con dignidad” se espera que salga a la luz antes de Iom Hashoá y- adelantó el escritor- que decidió que, todas esas instituciones, “que son muchas”, que han avalado el libro, que lo “han halagado con el auspicio” -como Radio Jai- reciban los derechos de autor para que cada uno pueda sacar su propia edición y publicarlo, porque le resulta sumamente importante que este libro se difunda, que se conozca el tema, que se estudie y que sirva para ampliar lo conocido: Dejar en su lugar al Gueto de Varsovia, “único e incomparable” y darle cabida a todas las otras rebeliones que debemos conocer.
CL/RJ
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Fuente: https://www.radiojai.com/index.php/2021/03/01/93364/vivir-con-esperanza-morir-con-dignidad-retratos-de-las-rebeliones-armadas-judias-durante-el-holocausto/